El oficio de cerero
«Para blanquear la cera, se purifica fundiéndola, lavándola y exponiéndola al aire y al rocío (…) «*
Nos gusta esta parte de nuestro trabajo que conecta con el saber hacer antiquísimo del oficio de cerero. Un oficio marcado por el tiempo pausado de las velas hechas a mano, creadas por personas y para personas.
Un repaso a la Cyclopaedia de Chambers (1680-1740) o a los grabados minuciosos de la Encyclopédie de Diderot y D’Alembert*(1751-1772), nos descubren maneras aprendidas generación tras generación que han llegado hasta nuestros días.
Quizás hoy el rocío no blanquee la cera, pero la esencia del saber hacer sí que pervive.